Luego de 34 años de una carrera de éxitos, pero también de diferencias, la banda OV7 cerró un ciclo con una gran presentación en la Arena CDMX.
La despedida de Mariana Ochoa, Lidia Ávila, Érika Zaba, Ari Borovoy, Óscar Schwebel, M’Balia y Kalimba Marichal ante más de 20 mil personas con el concierto OV7, El gran final, quedará en la memoria y el corazón de todos los asistentes.
Fue una noche de sentimientos encontrados, agridulce, en la que OV7 y su público se entregaron “en una forma total”, cantaron todos sus éxitos, también los bailaron, y tuvieron la oportunidad de despedirse con palabras que calaron hondo.
A las 21:18 horas empezaron a sonar Más que amor, Love Colada y Tus besos. Érika fue la primera en hablar.
¡Buenas noches! Es hermoso estar aquí de nuevo con todos ustedes. Es un día de mucha nostalgia para todos, para ustedes y para nosotros, porque cerramos muchos años de carrera, cerramos un ciclo como grupo, pero recordaremos todo lo que hemos vivido con ustedes”.
Kalimba tomó la palabra y saludó al público: “¡Hola, Arena! Finalmente, es hora de despedirnos y la verdad es que estamos muy conmovidos. Gracias por estar presentes y ser parte de cada momento. Muchas gracias por recibirnos con tanto amor. Será una noche especial. ¡Los amamos!”.
M’Balia señaló que andaron un largo camino, no sólo juntos, sino con sus seguidores: “Es muy difícil… con lo que hemos compartido todo tipo de experiencias. Gracias, porque sus almas y nuestras almas se han unido”.
Mariana definió la velada como “una noche agridulce”: “Es una noche inolvidable. Gracias por regalarnos cada uno de estos momentos. Juntos hemos marcado a una gran generación: ¡La generación OV7!”.
Ari dijo: “Hoy es nuestro último concierto, pero esta historia sin ustedes nunca se hubiera logrado. Está dedicada a cada uno de nuestros fans. ¡Qué viva OV7!”.
Por su parte, Lidia comentó: “Ustedes son lo único que nos ha acompañado. Ésta es noche memorable. Me quiero llevar este momento en mi corazón y en mi mente. Quiero que se escuche ese grito que por muchos años nos ha acompañado OV7. ¡Los amamos!”.
Óscar expresó: “Voy a recordar esta noche por el resto de mi vida. Estos 35 años de carrera y está gira fueron posibles gracias a cada uno de ustedes. ¿Están listos para esta fiesta?”.
Luego siguieron Prohibido quererme, Shake Shake, Magia, No me digas nada y Caleidoscópio, Volveré y Somos un mundo.
También hicieron un homenaje a sus inicios, cuando fueron la Onda Vaselina y se convirtieron, más tarde, en OV7. Así combinaron sus facetas y cantaron Qué buen reventón, Una chavita, Aum Aum, Voy, voy, voy, Dando la vuelta, Juego de amor, Quiero salir de vacaciones y Qué triste es el primer adiós, en la que cambiaron la letra para enfatizar “qué triste es el segundo adiós”, en referencia ésta, su segunda despedida, luego de la pausa que hicieron de 2003 a 2010.
Kalimba agradeció las pancartas con la leyenda “gracias” y dijo que, debido a que ya no habrá documental del grupo, quizá no sabrán lo que significa ser una persona pública que, incluso en sus momentos personales más oscuros, tuvieron que atender más de 300 cámaras: “Pero estamos agradecidos, porque cuando esos momentos vienen, ustedes hacen momentos grandes”.
Su hermana M’Balia reforzó la idea, por haber momentos oscuros y duros, y agradeció a sus cuatro hijos, por su “valentía y paciencia”, a su mamá y a su esposo Alejandro.
Me voy contenta, porque esta última gira era un sueño de muchísimos años”, dijo.
Y no sólo sus hijos, sino los de sus compañeros los acompañaron para cantar Te necesito.
Mírame a los ojos, No es obsesión, Un pie tras otro pie, Susanita tiene un ratón, Calendario de amor, Jam, Pónganse botas, quítense tenis, Te quiero tanto, Vuela más alto, Shabadabada, Enlóqueceme y No me voy, que cobró otro significado, con su frase final en este momento irrepetible: “mientras no me olvides, no me voy”.