Este galardón que por primera vez se instaura en el Instituto a la poeta maya y al escritor náhuatl
En reconocimiento a su trayectoria y a su contribución para el enriquecimiento de la literatura en lenguas indígenas, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) entregaron la Medalla Bellas Artes 2023 y 2024 a la poeta maya Briceida Cuevas Cob y al escritor náhuatl Juan Hernández Ramírez.
Como un acto de justicia cultural calificó la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), Lucina Jiménez López, esta primera entrega de la Medalla Bellas Artes en la disciplina de Lenguas Indígenas, por lo cual manifestó que nunca más debe haber una institución que promueva las literaturas, los reconocimientos de las expresiones artísticas sin reconocer las diversidades lingüísticas, sin reconocer las diversidades de los pueblos que nos nutren y que nos hacen ser un país diverso.
Hoy estamos aquí reconociendo la palabra. La manera como Briceida Cuevas y Juan Hernández contribuyen a la literatura contemporánea de un país diverso. Eso es fundamental, porque estamos hablando no de una -eso es importante subrayar-: No estamos rescatando nada, estamos reconociendo la contribución a las literaturas contemporáneas de un país diverso, lingüísticamente poderoso. Y eso es algo que es una obligación, del Estado mexicano, reconocer esa naturaleza pluricultural, de muchas culturas, pero incluso de muchas naciones.
Refirió que este día se celebran dos trayectorias –Briceida Cuevas y Juan Hernández— y coincidió con los galardonados en el sentido de que “es una larga marcha que no se ha caminado a solas. Es una marcha que se ha caminado por pueblos, por las tierras, por las escuelas y por todos los espacios en donde se ha dado la batalla para que las lenguas estén presentes.
“México no tiene una lengua oficial, tiene muchas lenguas nacionales y eso es importante reconocerlo siempre, porque estamos hablando de las lenguas mexicanas, de los pueblos originarios que están en este momento viviendo una efervescencia no solo cultural, sino también literaria, haciéndose presente en un trabajo que han construido en colectividades verdaderamente de resistencia; pero también de lucha, y eso es algo que hay que celebrar.
Ante un público emocionado por reconocer a estos dos primeros escritores galardonados en esta disciplina, la titular del Inbal afirmó: Sabemos que en nuestro país hay por lo menos 68 culturas, pero cuántas variantes no tenemos a lo largo y ancho del territorio. Cuántas producciones literarias, cuántas narrativas, cuántas historias, cuántas memorias no están en esos territorios, en esas lenguas y en esos espacios donde hoy la migración, por fortuna, hace que podamos escuchar esas lenguas, por aquí y por allá, porque no es cosa solamente de los lugares donde estas lenguas nacieron. La migración ha hecho que las diversidades lingüísticas estén presentes en todas partes.
Por último, consideró “importante el reconocimiento de la trayectoria, de la palabra, de la obra, de la memoria, porque la obra de Briceida Cuevas y la de Juan Hernández sin lugar a duda tienen que estar presentes en igualdad de condiciones en la producción literaria, porque en la vida real la tienen.
Por su parte, la poeta Briceida Cuevas señaló que “La individualidad en la creación no existe. Somos secuencia de quienes nos antecedieron, continuidad de los que ya no están físicamente. Y es nuestro deber propagar la palabra de boca en boca, de página a página y de mano en mano. Ni siquiera somos dueños de la palabra, ella es la que nos habita. Ella proviene del viento y deposita su voz, su sonido en los elementos del entorno del que formamos parte”.
En tanto, el escritor náhuatl Juan Hernández mencionó: “Quiero reconocer y dar mi agradecimiento al Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura, a través de su directora general, Dra. Lucina Jiménez por esta distinción. Siento que la entrega de este reconocimiento a mi persona es el reconocimiento, no a mí, sino a la existencia de todas las lenguas originarias de México, aparte del castellano, lenguas que han estado aquí siempre desde la fundación de todos los pueblos, esa estas lenguas a quienes se le reconoce su existencia, su presencia, su resistencia”.
El Comité Dictaminador, formado por primera vez para entregar esta presea en la disciplina de Lenguas Indígenas estuvo integrado por la poeta mixteca y doctora en lingüística Celerina Sánchez, la poeta y narradora zapoteca Natalia Toledo y el poeta, actor y periodista náhuatl Mardonio Carballo.
El jurado otorgó la Medalla 2023 a la poeta maya Briceida Cuevas Cob, una voz vital en la literatura contemporánea de México y fundamental para la preservación y promoción de la lengua y la cultura maya. Su poesía celebra la belleza de su lengua materna y la importancia de las identidades culturales en un mundo globalizado.
Por su parte, la Medalla 2024 es para Juan Hernández Ramírez, autor de poemarios sobre la identidad indígena, la naturaleza, la cosmovisión náhuatl y la lucha por la preservación de la cultura y las lenguas originarias. También ha sido un activo promotor de iniciativas para la preservación y revitalización de las lenguas indígenas en México.
El galardón fue establecido en congruencia con la diversidad lingüística nacional y en el marco del Decenio de las Lenguas Indígenas, establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Briceida Cuevas Cob es originaria de Tepakán, Calkiní, Campeche (1969). Ha formado parte de grupos literarios y talleres de poesía en lengua maya, además de haber sido becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes para Escritores en lenguas indígenas durante 1996 y en 2010 fue incorporada como Creadora artística al Sistema Nacional de Creadores de Arte del Fonca.
En 1995, la Casa Internacional del Escritor de Quintana Roo publicó su colección de poemas El quejido del perro (U yok’ol awat peek’k). En 1998 publicó Como el sol (Je’ Bix K’in) y diez años después una antología de poesía (Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, 2008). Es miembro fundador de la Asociación de Escritores en Lenguas Indígenas de México.
Por su parte, Juan Hernández Ramírez nació el 6 de mayo de 1951 en Colatlán, Ixhuatlan de Madero, Veracruz. Además de poeta en lengua náhuatl, es promotor cultural, traductor y docente. Forma parte del Sistema Nacional de Creadores de Arte desde 2009 y ha obtenido galardones como el Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Indígenas 2006 por Chikome xochitl (Siete flor), el Premio Nacional de Cuento Náhuatl 2007 y el Premio Continental de Lenguas Indígenas Canto de América 2008.
Entre su obra publicada destacan los poemarios Auatl iuan sitlalimej (Encinos y estrellas), Gobierno del Estado de Veracruz, 2001; Eternidad de las hojas, 2006; Chikome xochitl (Siete flor), Conaculta, 2007; Totomej Intlajtol (La lengua de los pájaros), Gobierno del Estado de Veracruz, 2008; Tlatlatok tetl (Piedra incendiada) Eliac/Fonca, 2010; Tlixochimili (Jardín de fuego), Solar, 2014; Tlalxiktli (Ombligo de la tierra), Ivec/Conaculta, 2016; Una tetralogía de tres autores en náhuatl, francés y español (colectivo), Soleil Olin, París, Francia, 2016.