Por Estela Bejmor y Ricardo Palacios
El guitarrista de toda la vida de Haragán y Compañía, baluarte de más de mil batallas en el rock mexicano, cuenta su historia y compromiso con la música desde que tenía cinco años, cuando tuvo su primer contacto con una guitarra durante un paseo por Xochimilco.
En un recuento de su andar por la música, Paco Yescas recordó sus inicios en una estudiantina al lado de sus primos, de sus habilidades innatas para ejecutar el instrumento que lo ha acompañado y de su incursión en bandas legendarias como Luzbel, al lado de uno de los grandes del metal mexicano, Raúl Greñas.
Compartió en el escenario de McCarthy´s Nápoles rolas de su inspiración como “Abstracto”, en la que deja ver su influencia del rock progresivo y “Morir a los 33”, en la que plasma el sello de su lírica.
Ni la sirena de una patrulla fue impedimento para que mostrara su talento, honestidad y entrega con la música, el rock, la tradición mexicana en las artes y su esencia de ser humano.
La grandeza de los artistas está en su talento pero más aún en su sencillez. Y Paco Yescas cumple cabalmente con eso y más.
Recordó que hace apenas hace unas semanas pisó por primera vez el escenario del Auditorio Nacional en el festejo de los 30 años de Haragán y Compañía, que en realidad fueron 32, por el impase al que llevó la pandemia de Covid-19.
Habló de su escuela de música y su estudio de grabación que en breve inaugurará en el norte de la Ciudad de México, donde compartirá sus conocimientos y experiencia tanto con niños y jóvenes que inician como con músicos que deseen dejar testimonio de sus propuestas y aportaciones, con quienes ofrecerá sus conocimientos y experiencia de su andar por el rock mexicano.
“Mil rutas tiene la muerte y ninguna para regresar”…
Gracias a Paco Yescas por compartir con “Grandes de la Guitarra”.
Hasta pronto y hasta siempre…